Extensión universitaria en Bermejo, una historia de crecimiento conjunto

“El bosque es más que madera” es el título del Proyecto de Extensión dirigido por Marisel Inojosa y codirigido por Carola Meglioli. Este proyecto es una continuación de un proyecto anterior que han estado trabajando en Bermejo, Caucete.

El Proyecto de Extensión se realiza en colaboración con la Escuela República Argentina de Bermejo, y participan otras instituciones como el INTA, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable a través de la Dirección de Bosques Nativos y Conservación y Áreas Protegidas, el Ministerio de Producción a través del Instituto Hortícola Semillero (INSEMI) y el Instituto Nacional de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena.

Marisel comenta: “El primer proyecto estaba relacionado con la valorización de los recursos nativos del bosque, y este segundo proyecto está más enfocado en el uso alimentario del bosque nativo. Por eso, se llama ‘El bosque es más que madera’. La zona de bosques de retamo y algarrobo ha sido explotada principalmente para obtener madera y leña, pero tiene múltiples usos, muchos de ellos relacionados con la alimentación”.

El Proyecto de Extensión está trabajando específicamente con un grupo de mujeres denominadas “algarroberas de Bermejo”, que forman parte de una asociación de productores de la zona.

Pregunta: ¿Cómo es el trabajo con las algarroberas? ¿Cuál es la relación entre ellas y el proyecto?

Marisel Inojosa: Hace más de 10 años que trabajamos en el territorio con las algarroberas, a través de diferentes proyectos de extensión. Hemos trabajado en el proceso de comercialización de los productos que ellas elaboran, incluyendo el etiquetado, que fue aportado por el equipo de la Universidad. También hemos abordado temas relacionados con las buenas prácticas alimentarias, en un trabajo que ha abarcado múltiples aspectos y que ha ido creciendo con el tiempo.

También gestionamos la compra de un molino para moler la harina de algarroba. Creemos que este proceso tiene un gran potencial, aunque aún hay muchas cosas por mejorar.

En abril, las algarroberas ofrecieron un taller para la comunidad en el que explicaron el proceso de recolección de las vainas, la clasificación y la molienda, entre otros aspectos.

Lo próximo es brindar una capacitación sobre el uso de la algarroba en la Ciénaga de Jáchal. Desde el proyecto estamos gestionando todos los aspectos necesarios para que se concrete la capacitación, incluyendo el transporte, el hospedaje y un recorrido por diferentes puntos turísticos del departamento.

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Las algarroberas participaron en la feria agroproductiva organizada por el Ministerio de Producción en el Parque de Mayo. ¿Cómo fue esa experiencia?

Marisel Inojosa: Algunas de estas mujeres algarroberas participaron en la feria agroproductiva en el mes de junio, gracias a las gestiones y conexiones realizadas por las instituciones involucradas en el proyecto. Nuestro objetivo es que el comercio se abra cada vez más en estos espacios.

Ellas tienen una comercialización muy ligada al ámbito local, y creemos que tienen un gran potencial para que esta actividad productiva crezca.

En el marco del proyecto de Extensión, las acompañamos para preparar su stand, ya que era la primera vez que participaban en una feria fuera de sus circuitos comerciales habituales. En esa ocasión, trajeron muchos productos elaborados con algarroba y se dieron cuenta de que en una mañana vendieron lo que a veces venden en un mes.

Ahora estamos tramitando, también a través del proyecto, la obtención de la denominación de origen para la harina de algarroba, que es un producto nativo. Este proceso lleva tiempo, debido a los numerosos requisitos, pero creemos que vale la pena y será un gran logro.

Un aspecto importante para obtener la denominación de origen es describir las características del producto para el consumidor. Por eso, en estas ferias realizamos encuestas para conocer el sabor, el color y las diferencias en comparación con otras harinas. Este trabajo está siendo realizado por estudiantes que forman parte del proyecto.

¿Cómo percibes el paso del tiempo en el trabajo en el territorio? ¿Cómo evalúas estos más de 10 años de trabajo en Bermejo?

Creo que en estos años nuestro trabajo en Bermejo ha crecido mucho, al igual que nuestra relación con la comunidad. Es muy positivo que ahora nos reconozcan como una institución que trabaja en la zona. Además, hemos estado valorando a un grupo de mujeres durante muchos años, lo cual es enriquecedor para todas.

En nuestro equipo, valoramos que nuestras alumnas sigan eligiendo trabajar en Bermejo. Eso también representa un cambio dentro del grupo.

Creo que se puede ver cómo se pueden lograr cosas cuando las instituciones se comunican y conectan con las necesidades de la comunidad, y cuando se conocen las demandas para formular proyectos que se ajusten a ellas. En los últimos 10 años, se ha visto un crecimiento en la red interinstitucional.

Este proyecto es una continuación de un proyecto de Extensión anterior. Además, las cátedras de Manejo de Bosques y Pasturas, y Agroecología, ambas de Biología, también se han desplazado al territorio para llevar a cabo estudios. Asimismo, a partir de este trabajo en el territorio, se han generado muchas investigaciones y tesis.

Llevamos muchos años tratando de articular docencia, investigación y extensión.

Otro aspecto importante del proyecto es la valorización del bosque. Por eso, realizamos capacitaciones para aprender a conservarlo, ya que la semilla es todo lo que el bosque necesita para seguir siendo bosque. Creo que, con la participación fundamental de la Escuela República Argentina y el trabajo sostenido del equipo en la zona, estamos logrando dar pasos importantes y cumplir con objetivos anhelados.