Investigadores de la FCEFN en FECOAGRO

De izq. a der. Carlos Gabri, Natalia Andino, Stella Giannoni, Lucas Farrán, Eduardo Franovich, Víctor Aciar, Raúl Tapia, Miguel Laborde, Carlos Borghi y Rosalía Paz

Durante su estadía en San Juan el Dr. Miguel Laborde, vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) visitó junto a investigadores del Centro de Investigaciones de la Geósfera y la Biósfera (CIGEOBIO, instituto de doble dependencia CONICET/FCEFN – UNSJ) las instalaciones de la empresa semillera FECOAGRO, que produce las semillas del programa PRO-Huerta del INTA. El propósito fue conocer las necesidades tecnológicas de la empresa como así también interiorizarse sobre la labor que están desarrollando los investigadores de nuestra facultad, tendientes a mejorar la calidad genética de las semillas que multiplica FECOAGRO y el desarrollo de marcadores moleculares genéticos para la identificación varietal.

La comitiva que visitó la empresa estuvo compuesta por el Dr. Miguel Laborde; el Dr. Carlos Borghi, director del CIGEOBIO; los investigadores del CIGEOBIO y de la UNSJ, la Dra. Stella Giannoni, la Dra. Natalia Andino y la Dra. Rosalía Paz, quienes fueron recibidos por el presidente de la empresa FECOAGRO, Eduardo Pablo Franovich (Cooperativa Amanecer); el vicepresidente, Raúl Emilio Tapia (Cooperativa Villicum); el concejal Víctor Oscar Aciar (Cooperativa Las Tapias); el Ing. Agr. Lucas Farrán (FECOAGRO); y el Ing. Carlos Gabri (FECOAGRO).

FECOAGRO es una empresa cooperativa denominada de segundo grado debido a que tiene asociadas a 30 cooperativas integradas por pequeños agricultores familiares y productores de semillas hortícolas que se encuentran distribuidas por todo el territorio de la provincia de San Juan. En total son más de 600 familias que trabajan y viven de este sistema socioeconómico.

Laborde junto a Carlos Borghi y Rosalía PazActualmente FECOAGRO es una de las empresas productoras de semillas de hortalizas más importante de Latinoamérica, con el plus de que producen únicamente variedades de polinización abierta (OP). Las semillas OP permiten que el agricultor destine una parte de su cultivo de hortalizas a la obtención de semillas para poder plantar durante las dos o tres temporadas siguientes sin perder calidad. Esta filosofía de trabajo representa los pilares de la soberanía alimentaria de los pueblos y la base de la diversidad genética de los cultivos.

Con esta filosofía, FECOAGRO es una de las principales empresas proveedoras de semilla al programa PRO-huerta que es ejecutada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (MDS) y, en la actualidad, integra el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria (PNSA), creado por Ley Nº 25.724/03.

En ese marco, desde hace más de tres años la Dra. Rosalía Paz, quien es investigadora asistente de CONICET y CIGEOBIO, viene trabajando en forma conjunta con los productores de FECOAGRO en la búsqueda de soluciones tecnológicas en materia de genética a los problemas de identidad varietal y pureza genética de algunas de las especies de hortalizas con las que trabajan. En el marco del proyecto D-TEC 0008/13 (AGENCIA-UNSJ) se incorporaron a su grupo de trabajo la Dra. Natalia Andino y la Lic. Anahí Yañez Santos para llevar adelante programas de mejoramiento genético con el fin de obtener nuevas variedades de cebolla y zapallo. Según la Dra. Paz, “esta forma de trabajo cooperativo entre investigadores y productores ha resultado muy enriquecedora al momento de trazar las líneas de investigación y la elección de las mejores estrategias a llevarse a cabo”.

Por su parte, el Dr. Laborde manifestó que aplicar la genética al mejoramiento de la semilla es una actividad que el CONICET alienta. “Es el conocimiento que los investigadores tienen volcado a trabajar en conjunto con las cooperativas para mejorar la calidad de vida de los agricultores”, dijo Laborde. El arribo del vicepresidente de Asuntos Tecnológicos de CONICET a la FCEFN formó parte también del financiamiento que otogará CONICET a la instalación de un nuevo laboratorio de genética que dependerá del CIGEOBIO.