Detectaron Fosfina en la atmósfera de Venus

Por el Dr. Carlos Saffe y el Dr. Matías Flores (investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan).
Recientemente, un equipo de astrónomos dirigidos por la Dra. Jane Greaves (Universidad de Cardiff, Reino Unido) encontraron una sustancia conocida como Fosfina (PH3) en la atmósfera del planeta Venus. Este gas es lo que se conoce como biomarcador, es decir, una sustancia cuyo origen solo puede atribuirse a un agente o proceso de origen biológico.
De confirmarse este hallazgo, sería de gran relevancia ya que es la primera detección de signos biológicos en un planeta diferente al nuestro.
Este descubrimiento fue llevado a cabo mediante observaciones tomadas con dos radiotelescopios: el JCMT (James Clerk Maxwell Telescope) en Hawai y el arreglo ALMA (Atacama Large Millimiter Array) ubicado en Chile.
En la Tierra, la Fosfina se encuentra en trazas, es decir, en cantidades muy pequeñas. Puede ser producida en forma industrial, siendo un gas tóxico, y también a partir de bacterias y otros microorganismos que no requieren del oxígeno para sobrevivir.
Por un lado, la superficie del planeta Venus se encuentra a muy altas temperaturas (aproximadamente 470 C) en las cuales incluso el plomo podría fundirse. Estas altas temperaturas se deben a la composición química de la atmósfera, la cual presenta grandes cantidades de Nitrógeno y Dióxido de Carbono, siendo este último un conocido gas del efecto invernadero. Además, la presión sobre la superficie de Venus es unas 90 veces mayor que en nuestro planeta, lo cual condicionaria fuertemente  cualquier proceso biológico. Sin embargo, al elevarnos por encima de la densa atmósfera, las condiciones son muy diferentes. A unos 50 km sobre la superficie, la temperatura baja a unos 20 C y la presión es de 1 bar aproximadamente. Por este motivo, la alta atmósfera de Venus tendría condiciones más apropiadas para la habitabilidad.
En el mismo trabajo, los autores descartaron distintos procesos abióticos (es decir, no relacionados con la vida) como posibles productores de este gas, quedando solamente un origen biológico como candidato. Los autores fueron cautos al respecto y advierten que tal vez un proceso abiótico desconocido también podría dar lugar a este gas.
Finalmente, la Dra. Greaves menciona que sería ideal poder tomar muestras in-situ de la atmósfera de Venus, a fin de realizar un análisis en detalle y poder confirmar este importante hallazgo.