Un grupo de científicos de la NASA anunció en la revista Nature que el robot Perseverance halló posibles indicios de procesos biológicos en el planeta Marte. Las muestras recogidas en el cráter Jezero contienen minerales y compuestos orgánicos que, en la Tierra, suelen estar asociados a la presencia de vida. Aunque todavía no se puede hablar de una confirmación, el descubrimiento generó gran interés en la comunidad científica internacional.

La Dra. Marcela Cañada, directora del Gabinete de Ciencias Planetarias de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFN) de la UNSJ, repasa en esta entrevista el hallazgo de la NASA y nos ayuda a comprender los desafíos que ahora enfrenta la ciencia.

– ¿Qué encontró, precisamente, el Perseverance en el cráter Jezero de Marte?

Recolectó rocas con compuestos de carbono y minerales como fosfatos de hierro y sulfuros. En la Tierra, estos materiales suelen formarse en ambientes húmedos, ricos en agua y a temperaturas bajas, donde los microorganismos pueden tener un rol importante.

– ¿Esto significa que hay vida en Marte?

Los compuestos orgánicos son la base de la vida tal como la conocemos. Que aparezcan en un planeta distinto al nuestro abre la posibilidad de que allí hayan existido procesos químicos o biológicos similares a los de la Tierra. Lo que se encontró son biofirmas potenciales, es decir, señales que podrían estar relacionadas con vida, pero que también podrían tener explicaciones puramente químicas. Confirmarlo requiere análisis más detallados en laboratorios terrestres.

– ¿Por qué es necesario traer las muestras a la Tierra?

En Marte los instrumentos son limitados. En la Tierra podemos usar técnicas mucho más sensibles y precisas para analizar la composición química e isotópica de las rocas. Por eso la NASA planea la misión Mars Sample Return, cuyo objetivo es traer estas muestras en la próxima década.

– ¿Qué nos cuentan estas rocas sobre el pasado de Marte?

Se formaron hace miles de millones de años, en una época en que Marte tenía agua en la superficie y ambientes posiblemente habitables. Analizarlas nos permite reconstruir la historia climática y geológica del planeta.

Panorámica de Marte, armada por 993 imágenes y 2380 millones de píxeles. Este mosaico de 360 grados fue tomado por el rover Perseverance de la NASA (NASA/JPL-Caltech/ASU/MSSS)

– ¿Cómo influye este hallazgo en la búsqueda de vida fuera de la Tierra?

Si Marte mostró condiciones habitables y señales químicas interesantes, otros mundos del Sistema Solar, como Europa, Encélado o Titán, también podrían ser candidatos para albergar vida. Cada avance en Marte amplía nuestro horizonte en la astrobiología.

– ¿Qué desafíos enfrenta la misión de retorno de esas muestras?

El principal reto es tecnológico y presupuestario. Traer rocas desde otro planeta es una tarea compleja y costosa. Sin embargo, el beneficio científico sería enorme: podríamos responder una de las preguntas más profundas de la humanidad: ¿estamos solos en el Universo?

– Habrá que esperar, entonces

El hallazgo de Perseverance no es una prueba definitiva de vida en Marte, pero sí un paso clave en la exploración planetaria. Para la ciencia, cada respuesta abre nuevas preguntas, y este descubrimiento nos recuerda que Marte sigue siendo un laboratorio natural fascinante para estudiar los orígenes de la vida.

Fotomontaje de los tubos de muestra, después de que el rover Perseverance los depositara en la superficie marciana, tal como los visualizó la cámara WATSON (Sensor Topográfico Gran Angular para Operaciones e Ingeniería), ubicada en el extremo del brazo robótico (NASA/JPL-Caltech/MSSS)

– ¿Cómo se relacionan estos descubrimientos con las actividades de investigación que se desarrollan en el Gabinete de Ciencias Planetarias de nuestra Facultad?

En nuestro Gabinete no estudiamos a Marte específicamente, pero sí observamos y analizamos a los cometas; estos son pequeños cuerpos helados y bellos que viajan por el Sistema Solar. Son remanentes de la formación del Sistema Solar; están formados por una mezcla de polvo, rocas, hielos y compuestos orgánicos. Cuando se acercan al Sol, el calor sublima sus hielos y genera las colas brillantes que los hacen inconfundibles en el cielo.

– Entonces los cometas tienen mucho que ver con la vida, ¿o no?

Son piezas clave para entender el origen de la vida. Se piensa que una fracción significativa del agua actual llegó a través de cometas y asteroides ricos en hielos que impactaron en nuestro planeta. Junto con el agua, los cometas transportaron moléculas orgánicas complejas (carbono, hidrocarburos, aminoácidos simples), ingredientes esenciales para la química prebiótica. Estos materiales también podrían haber sido depositados en Marte. En nuestro Gabinete, los investigadores trabajan analizando su comportamiento dinámico, las trayectorias que siguen y el comportamiento que tienen al sublimar volátiles, estudiando la forma de sus comas y colas. De manera que los resultados encontrados en Marte también pueden ser utilizados para entender qué tipo de compuestos pueden transportar estos objetos.