Estudios en el gran San Juan aportan datos claves para la prevención sísmica

El 8 de mayo se conmemora el Día de la Prevención Sísmica, algo que es de vital importancia para San Juan dado que es parte de la zona de mayor peligrosidad sísmica del país.

En la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan se realizan múltiples estudios dirigidos a conocer y entender los movimientos de la Tierra.

El Grupo de Sismotectónica que gestiona el Observatorio Sismológico de la Facultad de Ciencias Exactas (UNSJ y CONICET) trabaja en el proyecto internacional TANGO (TransAndean Great Orogeny Project).

En el marco de este proyecto, integrantes del equipo viajaron a fines de abril a Arizona, Estados Unidos, para participar de un workshop que fue financiado por la Fundación Nacional de Ciencias.

Luego de su viaje y apropósito de la efeméride de Prevención Sísmica, dialogamos con el Dr. Gustavo Ortiz, el Mg. Mauro Sáez y el Lic. Martín Fernández.

¿CÓMO FUE LA PARTICIPACIÓN EN EL WORKSHOP EN ESTADOS UNIDOS?

Gustavo Ortiz: Nos encontramos para poner en común todo lo que se ha hecho estos años en el proyecto TANGO. Estuvimos juntos allí y luego Martín Fernández se quedó una semana más trabajando con investigadores y estudiantes de posgrado de allá.

Con el grupo dimos dos charlas, una del contexto geológico, geotectónico y sismotectónico del norte de Argentina, en Salta y Jujuy, y el contexto neotectónico y sismotectónico de la región centro-oeste de Argentina, que sería San Juan y Mendoza. Dentro de todo ese contexto, por qué era importante utilizar los datos del TANGO, que radica básicamente que en estos dos sectores son los de mayor peligrosidad sísmica del país. Este proyecto viene a ayudar a completar información de base para justamente la mitigación del riesgo sísmico.

Por otro lado, dimos una charla respecto de los primeros resultados del proyecto de microzonificación sísmica.

Gustavo Ortiz expone en Estados Unidos

Gustavo Ortiz expone en Estados Unidos

LOS RESULTADOS DEL PROYECTO DE MICROZONIFICACIÓN SÍSMICA

Este estudio llevado a cabo por el grupo de sismotectónica consistió en la instalación de 150 sensores en el Gran San Juan (Capital, Chimbas, Rivadavia, Pocito, Santa Lucía y Albardón) que tomaron datos durante un mes.

Martín Fernández explica: “Por lo general, lo que hace el Instituto Nacional de Prevención Sísmica es crear mapas de peligrosidad, pero en ciudades como la ciudad de San Juan, que tienen una actividad sísmica muy grande, es necesario hacer microzonificaciones y poder ver cómo es la respuesta del suelo cuando ocurre un terremoto.” Era necesario ver cuáles son las zonas donde se pueden llegar a amplificar estas ondas sísmicas y esos datos les sirvan a los ingenieros para saber cómo construir”.

Gustavo Ortiz, agrega: “Con este estudio podemos conocer la frecuencia fundamental del suelo, que es un parámetro bastante bueno porque nos ayuda a saber cómo, en algunos sitios, puede llegarse a amplificar la onda sísmica.”

A partir de este estudio se obtuvieron datos con mucho nivel de detalle. Se creó, a partir de la información conseguida, un catálogo de sismicidad del gran San Juan. Se detectaron alrededor de 800 eventos sísmicos en un mes. Mauro Sáez, comenta: “Si comparamos con los datos que tiene INPRES de la sismicidad, nosotros hemos tenido una mayor cantidad por el hecho de que tenemos mayor cantidad de sensores. Entonces también podemos detectar y calcular magnitudes menores.”

Gustavo Ortiz, suma: “Una de las cosas que importa estudiar en estos casos es conocer y observar dónde se acumulan los eventos sísmicos en ciertas regiones y determinar si hay estructuras que están controlando estos eventos sísmicos. Entonces vemos las estructuras que son las fallas geológicas en relación a la sismicidad que se tiene.”

Martín Fernández en Estados Unidos muestra resultados sobre el estudio de Microzonificación sísmica

Martín Fernández en Estados Unidos muestra resultados sobre el estudio de Microzonificación sísmica

¿Cuál es el siguiente paso de este trabajo?

Martín Fernández: El trabajo que estamos por hacer es una tomografía, que uno lo hace con ruido ambiental. Eso lo estamos trabajando, todavía no tenemos resultados, pero está en proceso y bastante avanzado.

Con los datos que ya tenemos y los que recopilemos de la tomografía que haremos, podremos contrastar y complementar la información. La idea es poder sectorizar zonas del Gran San Juan donde sea más seguro construir y cómo hacerlo para mitigar el riesgo sísmico. Porque si bien está todo dentro de una misma cuenca, el suelo no en todos lados se comporta de la misma manera.

Con la tomografía de ruido ambiental vamos a tener modelos de velocidad y esos modelos de velocidad nos ayudan a ver frecuencias y a partir de ahí contrastar con otros estudios. Eso es lo que viene.

EL ESTADO DE LA PREVENCIÓN SÍSMICA EN SAN JUAN

El aporte que realiza este estudio al conocimiento del suelo y su comportamiento en los sismos es fundamental para la prevención sísmica en San Juan.

El Doctor Ortiz explica: “Obtenemos un catálogo de sismos, sabemos cuántos eventos sísmicos ocurren en un mes. Entonces, cuando podés identificar las zonas donde ocurren esos eventos, cuando podés saber que los eventos ocurren por ciertas estructuras, ya tenés las orientaciones y sabés cómo construir, esto va todo de la mano para aumentar la prevención.”

Respecto del estado actual de la prevención sísmica, opina Ortiz: “Yo creo que con lo que se tiene en San Juan estamos bastante bien, cuando uno hace un paneo de otras provincias, San Juan es de las más preparadas para prevenir el desastre. Hay mucho trabajo aún por hacer, y por eso seguimos investigando y aportando nuevos datos”.

Finalmente concluye: “Con cada evento sísmico de magnitud se ponen a prueba las construcciones y la sociedad, ¿no?  ¿Se ha visto los puntos débiles de las provincias? ¿Tenemos población vulnerable? Sí, todavía tenemos un montón de población vulnerable, lo hemos visto en Pocito. Yo creo que todo esto que estamos haciendo es para, en base a eso, reducir la vulnerabilidad. Pero bueno, hay siempre factores sociales, factores económicos y otros que influyen en reducir el riesgo y no es solo conocer las zonas de mayor peligrosidad, pero sabemos que es un gran aporte.”

Integrantes del proyecto TANGO

Integrantes del proyecto TANGO