ADN humano hallado en liendres de momias confirma migraciones precolombinas

La Revista científica “Molecular Biology and Evolution” publicó un estudio de un grupo de investigadores/as encabezado por la Dra. Alejandra Perotti, profesora Asociada en Biología de Invertebrados de la Universidad de Reading (Reino Unido), que informa de cómo “el ADN humano puede ser extraído del cemento o pegamento utilizado, miles de años antes, por los piojos de la cabeza para adherir las liendres al cabello, abriendo un puente/ventana hacia el pasado”, en palabras de la misma investigadora Perotti. La científica y su equipo acudieron para su trabajo a restos momificados que se hayan conservados en el Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo “Prof. Mariano Gambier” (IIAM), de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ.

El paper de Alejandra Perotti dice que el análisis del ADN recuperado del cemento de las liendres reveló y confirmó, entre otros puntos, el sexo de cada uno de los hospedadores humanos y el vínculo genético entre momias y restos humanos del Amazonas hace 2.000 años. “Esto demuestra por primera vez –destaca la Dra. Perotti- que las antiguas poblaciones originarias de la provincia de San Juan eran inmigrantes que provenían del Amazonas en el Norte del continente, al sur de lo que es ahora Venezuela y Colombia, confirmando la existencia de rutas numerosas, sugeridas años atrás por el Profesor Mariano Gambier”.

El ADN humano puede ser extraído del cemento o pegamento utilizado, miles de años antes, por los piojos de la cabeza para adherir las liendres al cabello, abriendo un puente/ventana hacia el pasado.

En un estudio novedoso de ADN antiguo, los científicos han recuperado por primera vez ADN del cemento de liendre sobre cabellos de restos de humanos momificados de unos 1.500-2.000 años de antigüedad. Esto fue posible porque las células de la piel fueron atrapadas en el cemento producido por las hembras de piojos al momento de poner los huevos, adhiriéndolos con el cemento, formando las conocidas liendres pegadas al cabello.

El análisis del ADN antiguo recuperado en este estudio -el cual fue de mejor calidad que el recuperado a través de otros métodos- ha revelado información sobre las rutas de migración antiguas dentro de América del Sur. El método de las liendres podría permitir el estudio de muchas más muestras y especímenes antiguos en los que otros restos, como huesos y dientes, no están disponibles.

La investigación científica fue liderada por la Universidad de Reading (Reino Unido), trabajando en colaboración con la Universidad Nacional de San Juan (Argentina), la Universidad de Bangor Gales y el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Oxford (Reino Unido), además de la Universidad de Copenhagen (Dinamarca). El trabajo es publicado en la revista científica Molecular Biology and Evolution.

Dra. Perotti: «Las muestras utilizadas para estudios de ADN del cemento de liendres proveyeron la misma concentración de ADN que las muestras de dientes, el doble que las de huesos y cuatro veces la de ADN humano recuperado de sangre dentro del estómago de piojos más recientes»

 

 

La Dra. Alejandra Perotti, Profesora Asociada en Biología de Invertebrados de la Universidad de Reading, comentó al respecto: “Así como en la historia de ciencia ficción de la película Jurasic Park, donde los mosquitos atrapados en ámbar contienen el ADN del dinosaurio hospedador, nosotros pudimos demostrar que nuestra información genética puede ser preservada por el pegamento producido por piojos de la cabeza sobre el cabello. Además de los resultados genéticos obtenidos, la biología de los piojos proporciona datos muy valiosos sobre cómo vivieron y murieron las personas miles de años atrás. La demanda por muestras de restos que contengan ADN antiguo ha crecido exponencialmente en los últimos años, debido al interés en entender migraciones y diversidad en poblaciones humanas antiguas. Los piojos de la cabeza han acompañado a los humanos a través de su existencia, de modo que este método puede abrir la puerta a una gran cantidad de información acerca de nuestros ancestros, mientras se preservan especímenes únicos.”

Hasta ahora el ADN antiguo ha sido extraído de los huesos densos que se encuentran dentro del cráneo o de los dientes, porque estas piezas proveen ADN de muy buena calidad. Sin embargo, los restos de cráneos y dientes no son siempre accesibles. Esto es debido a que tomar muestras de restos de culturas antiguas puede generar conflictos étnicos, ir en contra de creencias culturales, además del daño serio e irreparable del muestreo de tipo destructivo de especímenes únicos, que compromete investigaciones y estudios futuros.

Recobrar el ADN del cemento producido por los piojos para fijar los huevos al cabello es entonces una solución a estos problemas, especialmente porque las liendres se encuentran fácilmente sobre cabellos y tejidos de prendas de vestir de humanos bien preservados y momificados.

El quipo de investigación extrajo ADN del cemento de las liendres de especímenes muestreados de un número de restos humanos momificados provenientes de Argentina. Las momias antiguas pertenecen a poblaciones humanas quienes hace 1.500 – 2.000 años alcanzaron las montañas de Los Andes de la provincia de San Juan, centro-oeste de Argentina. El equipo de investigación también estudió liendres antiguas encontradas sobre cabello de una pieza textil de Chile y liendres de una cabeza reducida proveniente de los antiguos jíbaros del Amazonas Ecuatoriano.

En particular, las muestras utilizadas para estudios de ADN del cemento de liendres proveyeron la misma concentración de ADN que las muestras de dientes, el doble que las de huesos y cuatro veces la de ADN humano recuperado de sangre dentro del estómago de piojos más recientes.

 

Aparte de los resultados que el análisis de ADN arroja, los científicos pueden obtener información acerca de las condiciones de vida de los hospedadores estudiando la posición de las liendres sobre el cabello y el largo de los tubos de cemento de liendre. El estado de salud y, aún más, la causa de la muerte, pueden ser obtenidos por la interpretación de la biología de las liendres.

El análisis del ADN recuperado del cemento de las liendres revelo y confirmó:

  • El sexo de cada uno de los hospedadores humanos.
  • El vinculo genético entre las tres momias y restos humanos del Amazonas hace 2.000 años. Esto demuestra por primera vez que las antiguas poblaciones originarias de la provincia de San Juan eran inmigrantes que provenían del Amazonas en el Norte del continente, al sur de lo que es ahora Venezuela y Colombia, confirmando la existencia de rutas numerosas, sugeridas años atrás por el Profesor Mariano Gambier.
  • Que todos los restos humanos analizados en este estudio corresponden al mismo linaje mitocondrial genético, que es uno de los linajes fundadores de América del Sur.
  • Este estudio permitió identificar el registro más antiguo del poliomavirus de células de Merkel, que fue encontrado en el ADN atrapado en el cemento de liendre de una de las momias. El virus fue descubierto en 2008, se lo encuentra en piel humana saludable y en raras ocasiones puede causar cáncer de piel. El descubrimiento también abre la sospecha de que los piojos humanos podrían transmitir el virus.
  • El análisis del ADN de liendres (piojos) ha confirmado la misma ruta de migración para los piojos, desde el norte de los llanos del Amazonas hacia el centro oeste de Argentina (Andes de San Juan).

El estudio morfológico de las liendres sugiere que:

  • Las momias estuvieron expuestas a temperaturas bajas extremas al momento de la muerte, lo que podría haber sido un factor relacionado con su muerte. Esto se determinó en la corta distancia medida sobre los cabellos que había entre las liendres y cuero cabelludo. Los piojos dependen de la temperatura del hospedador para mantener los huevos en ambiente adecuado para su desarrollo, de modo que los pegan más cerca del cuero cabelludo en temperaturas muy bajas.
  • Se estimó que los tubos de cemento más cortos que adherían los huevos/liendres pertenecían a los individuos más antiguos, más deteriorados o menos preservados; esto es debido a que el cemento se degrada con el tiempo.

Fuente: Prensa UNSJ