En el marco de la evaluación final de los proyectos de extensión (Convocatoria 2017) entrevistamos a la subdirectora del Departamento de Biología, Lic. Cecilia Montani, acerca del proyecto “Diálogo de saberes en el marco de la economía social y solidaria: valor agregado y circuitos locales de comercialización de productos forestales no maderables en la comunidad de Las Chacras, dpto. Caucete. San juan”. Cecilia Montani es la directora de este proyecto de extensión, del que participa un equipo compuesto por integrantes de distintos estamentos y facultades, impulsado por el trabajo en territorio que hacen desde el Departamento de Biología hace ya más de 10 años.

Objetivos
El objetivo general es el de implementar desde la extensión y acción participativa estrategias que propicien cadenas de valor agregado y circuitos locales de comercialización en el marco de la economía social y solidaria a partir de los saberes locales sobre el uso y manejo de productos forestales no maderables.

►Unidad académica
El proyecto tiene como unidad académica al departamento de Biología perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan. La cátedra Antropología y Sociología de zonas secas, en las que cumplen funciones la directora y co directora del proyecto de extensión, instrumentó un espacio para desarrollar prácticas sociales educativas con los estudiantes de la carrera.

 

El proyecto

-¿Cómo arrancó este proyecto en 2017?

-Cecilia Montani: La primera etapa del proyecto consistió en conocer y poner en valor todo lo que hace la comunidad, la elaboración de sus productos, su historia, hay gente que hace licores con plantas nativas, mujeres que tejen, en el territorio hay muchas chacras y los vecinos utilizan los frutos para hacer conservas, dulces, arrope, una diversidad de productos muy interesantes.

Lo que nosotros veíamos desde afuera es que ellos no estaban muy organizados y no tenían salida esos productos por fuera de las chacras para vender en ferias o diversos espacios.

Lo primero que hicimos fue hacer entrevistas con los vecinos productores, ellos nos contaron lo que conocían, su historia y sus procesos, esto fue un proceso de todo un año.

El segundo año hicimos talleres para los vecinos de las Chacras para brindar diversos tipos de herramientas que consideramos que podían servirles; el primer taller consistió en hablar sobre conceptos de Economía Social y Solidaria, la importancia de organizarse, trabajar en cooperativas; otro taller fue dictado por Yanina Ruarte, que es diseñadora gráfica, acerca de la identidad, de poner en valor los productos que realizan los diferentes vecinos de Las Chacras, ese taller estuvo muy lindo porque hicieron un collage para ver qué les representan Las Chacras, colores, texturas. Hicimos un tercer taller que se llamó Valor agregado, que lo dictaron Celeste Riveros y Nicolás Riveros que vienen de la rama de la administración y contabilidad, que brindaban herramientas para saber cuánto valen sus productos y un cuarto taller que también dio la diseñadora para que con las cosas que ellos tienen en sus casas puedan armar etiquetas, sellos, logos, para que puedan ponerle a sus propios productos y así identificarse y diferenciarse.

Adela, es una vecina de Las Chacras que acompañó a Cecilia a la evaluación del proyecto para contar su experiencia personal de cómo un trabajo que nace en la Universidad puede generar transformaciones sociales.

-Adela, ¿cómo fue la experiencia de trabajar en conjunto con la Universidad a través de este proyecto de extensión?

Adela: nosotros estamos muy contentos, porque nos han despertado nuevas inquietudes, nos han enseñado, ha sido muy importante que nosotros mismos valoremos lo que elaboramos, todos los productos, tejidos, dulces, cañizos, todo. Nosotros necesitamos de estas visitas, es muy bueno tener nuestro propio sello, porque es de lo que nosotros vivimos.

Hacemos tejido de agujas, tejido a telar, hacemos ponchos, alforjas, infinidades de cosas que hacemos, los hombres trabajan con cuero, madera, cañizo, se hace de todo un poco. Todos tenemos frutas y hacemos dulces de durazno, membrillo, damasco, ciruela, hacemos arrope, secamos frutas, hacemos orejones, pasas y todo eso para salir una salida, cada uno vende, por encargo sobre todo.

-¿Cómo valoran la experiencia y qué expectativas tienen ahora que el proyecto llega a su fin?

Cecilia Montani: El proyecto al principio apuntó mucho a que ellos se organizaran y generar ferias, y nos dimos cuenta que tienen su circuito de comercialización, venden por encargue, por el boca en boca, entonces también fue un aprendizaje para nosotros comprender que esa organización existía de otro modo y que, por ejemplo, para las fiestas patronales sí se organizan como vecinos.

Estos dos años que hemos pasado juntos hemos visto que hay una problemática puntual con la mosca de los frutos. Ellos tienen chacras, tienen muchos frutales y con eso producen mucho de lo que después comercializan, pero la mosca de los frutos les estropea la cosecha, creemos que sería interesante continuar trabajando en Las Chacras con un proyecto vinculado específicamente a esta problemática.

En un momento del proyecto pudimos llevar a los estudiantes de cuarto año de la carrera de Biología a las Chacras para que conversen y conozcan esta otra realidad, y esto también es la extensión, que más allá de cumplir los objetivos que trazamos en el proyecto, es compartir, conocernos, poner en valor al otro, nosotros desde la Universidad tenemos un tipo de conocimiento, pero los pobladores de Las Chacras tienen otro tipo de conocimiento que es super valioso, nosotros hemos aprendido mucho de ellos, compartir saberes, nosotros nos hemos transformado a partir de esta experiencia y eso es, más allá de los objetivos puntuales, lo que nos queda y algo rescatable de la Extensión.

-¿Por parte del Municipio y el Gobierno han tenido algún apoyo?

Cecilia Montani: No es fácil conseguir ese apoyo, son pueblos muy alejados, la huella es muy complicada y es algo que ellos ya han pedido, que arreglen el camino y el camino sigue sin acercarse, lo arreglan para las fiestas patronales o para las elecciones. Había también presencia de la Secretaría de Agricultura Familiar que ahora se desmanteló.

Adela: Nosotros necesitamos que nos arreglen el camino, el paso de agua, porque nos arreglamos entre los vecinos, porque lo cuidamos porque de ahí sacamos nuestra materia prima, los frutos, los animales. Si nosotros no lo hacemos no podemos producir. Pero estamos solos. Este proyecto para nosotros ha sido muy importante porque nos han enseñado muchas cosas y además nos hemos hecho amigos, hemos hechos reuniones, nos ha cambiado mucho.

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