En una provincia árida como San Juan, donde el agua es un recurso escaso y el clima extremo, hablar de bosques puede sonar extraño. Pero lo cierto es que nuestra provincia tiene más de 1.5 millón de hectáreas de bosques nativos que cumplen un rol fundamental en la región.

Para entender mejor su importancia, en el Día Internacional de los Bosques, conversamos con el Dr. Martín Guillermo Almirón, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, además de consultor ambiental, viverista y referente de la flora local.

¿Qué es exactamente un bosque?
Los bosques son unidades ecosistémicas forestales naturales, donde predominan los árboles. Es fácil de entender si pensamos en los elementos que los componen, tanto bióticos (flora, fauna, microorganismos) como abióticos (suelo, agua, etc.). En los bosques, todos estos elementos actúan de manera sinérgica, estableciendo un equilibrio dinámico muy complejo.

¿Y por qué son tan importantes?
Los bosques son importantes en sí mismos, ya que albergan muchas especies que no podrían prosperar en otros ambientes. Desde una perspectiva antropocéntrica, brindan innumerables servicios ambientales, como la sostenibilidad del suelo frente a la erosión, la atenuación de la radiación solar y la temperatura, la provisión de diversos recursos (forestales, alimenticios y medicinales, entre otros), la captura de carbono y la emisión de oxígeno.

Bosques de molle, quebrachos y algarrobos. Sierra de Chavez, Valle Fértil.

¿Cuál es la situación de los bosques de San Juan?
El estado de conservación es muy heterogéneo. Existen sectores de difícil acceso donde aún se aprecian relictos de bosques casi intactos. Sin embargo, en la gran mayoría de las unidades boscosas se observan indicadores de deterioro significativo, debido a la presión de extracción, tanto antigua como actual.

¿Y dónde están ubicados?
Los bosques en San Juan suelen estar restringidos a áreas con mayor presencia de agua, ya sea por pluviometría, es el caso de Valle Fértil, o por agua subterránea acumulada en acuíferos a los que acceden las raíces de los árboles, formando bosques en galería. Normalmente, en los valles intermontanos, donde el drenaje de las cuencas permite la acumulación de agua subterránea, es probable que se hayan desarrollado masas boscosas.

¿En qué zonas los encontramos, específicamente?
Se encuentran en la depresión del Bermejo, en el sureste de la provincia, en los valles precordilleranos de Calingasta e Iglesia, en los valles de Ullúm-Zonda y, por supuesto, en el valle del Tulúm, aunque este último ha sido casi completamente eliminado por el desarrollo del Gran San Juan y las zonas de producción agrícola.

Pérdida de suelo por erosión hídrica, tras falta de masa forestal que lo proteja. Depresión del Bermejo, Valle Fértil.

¿Cuál ha sido la evolución de nuestros bosques nativos en los últimos años?
Los bosques están siendo afectados por los incendios forestales y por la extracción de recursos (leña, cacería, etc.), lo que provoca una pérdida de superficie y simplificación de las masas boscosas. La extracción descontrolada de recursos forestales en la provincia ha sido un problema que persiste desde hace muchas décadas.

¿Esas son las principales amenazas?
Las principales amenazas son la tala indiscriminada y los incendios forestales. La situación de los bosques también se complica cuando, aguas arriba, se realizan obras hidráulicas que modifican la recarga de los acuíferos o alteran el drenaje natural de las cuencas.

Extracción ilegal de leña. Operativo de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

¿Cuáles son las especies más comunes?
Los algarrobos, sin duda, dominan los bosques en galería del desierto del monte a bajas altitudes; el nombre científico es Neltuma flexuosa, Neltuma chilensis. En los valles precordilleranos, Calingasta e Iglesia, la especie dominante es Bulnesia retama, conocida popularmente como retamo. En Valle Fértil, los bosques son más diversos y están constituidos por algarrobos, retamos, quebrachos (Aspidosperma quebracho-blanco, Schinopsis haenkeana) y el molle de beber (Lithraea molleoides), entre otros.

¿Y la Ley de Bosques?
La Ley Nacional de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (Ley N°26.331) tiene como objetivo promover la conservación y el uso sustentable de los bosques, otorgando financiamiento a las autoridades locales y a los propietarios de extensiones boscosas. San Juan, como provincia soberana de sus recursos naturales, adhirió a esta norma (Ley Provincial N°1094L), que establece el mapa de ordenamiento territorial de los bosques nativos, las distintas categorías de uso y la creación del Fondo Provincial de Bosques Nativos, así como la Unidad de Coordinación Interinstitucional, de la cual son miembros la UNSJ y otras instituciones.

La aplicación de esa Ley es clave…
Dada la gran importancia de los sistemas boscosos, tanto en la provincia como en todo el planeta, y las altas tasas de transformación y pérdida de estos ecosistemas, la correcta implementación y el seguimiento de medidas y leyes orientadas a la conservación a diferentes escalas, son cruciales si pensamos a largo plazo.

El Dr. Martín Almirón, junto a un ejemplar centenario de Neltuma chilensis (Algarrobo). Depresión del Bermejo, Valle Fértil.

¿La Facultad de Exactas está involucrada en la conservación de nuestros Bosques?
Sí, claro. Tenemos diversos grupos de investigación que han desarrollado proyectos que incluyen la evaluación ecosistémica de los bosques, incorporando, en muchos casos, una perspectiva social con las comunidades rurales asentadas en estos ambientes. Me consta que los grupos de investigación de la Licenciatura en Biología, particularmente, han realizado importantes contribuciones al estudio de estos ecosistemas tan particulares.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos para ayudar?
El respeto y cuidado del frágil ambiente de la provincia incluye necesariamente la educación de todos, tanto de manera formal como informal. Promover en los ciudadanos la sensibilidad hacia las cuestiones de conservación es fundamental. Reducir nuestro impacto en el entorno natural implica adoptar prácticas como disminuir la generación de residuos, el consumo excesivo de agua, ser cuidadosos en nuestras visitas al campo y evitar la propagación de incendios, entre otras; estas acciones pueden marcar una gran diferencia. 

Si te interesó el tema, te invitamos a leer también la nota ¿Hay bosques en San Juan? de los investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y del CIGEOBIO Valeria Campos y Gabriel Gatica.