En el 50° aniversario de la UNSJ, la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales repasa la vida de algunas de sus destacadas figuras. En esta nota, la científica que sorteó estereotipos y abrió caminos en la Sismología.

En el entorno laboral más próximo la llamaban “Patricia” y en la esfera familiar “Mónica”. Para sus amigos más cercanos era “La Pato” y para el mundo de la ciencia y la academia: “Dra. Patricia Alvarado”. En ningún lugar pasó inadvertida. Donde estuvo dejó su impronta.

Inteligente, solidaria, amorosa, perfeccionista, carismática, popular; son algunas de las cualidades que le atribuyen quienes la conocieron. En el ámbito académico y científico se destacó por su ímpetu creativo y profesionalidad. Y por donde pasó fue reconocida por su energía vital, capacidad de empatizar, de motivar a sus interlocutores y de manejar con especial cuidado las relaciones humanas.

Patricia Mónica Alvarado nació el 10 de septiembre de 1966 en el seno de una familia humilde del Barrio Belgrano, en el departamento Rawson, al sur del Gran San Juan. Fue hija de una ama de casa y un empleado público. Tuvo una niñez austera pero sin privaciones; una infancia feliz, marcada por el amor de sus padres, los rituales de una familia convencional, las amigas del barrio, la formación escolar religiosa, las clases de danza, la práctica deportiva y la influencia de sus tres hermanos varones. 

Desde muy pequeña sintió una profunda admiración por el mayor de ellos, Williams, quien fue su “compinche” y confesor. Con Lucho compartió el interés por la guitarra, el canto y el gusto por el rock nacional. Mientras que con Carlitos, el menor de los cuatro hermanos, cumplió el rol de guía y protectora.

Con sus padres Valeriano Alvarado y Dolores González y sus hermanos Williams, José Luis y Carlos. Año 1981.

Patricia tenía apenas once años cuando el terremoto de 1977 enlutó a San Juan. Y si bien ella y su familia no tuvieron pérdidas cercanas, el pánico del momento y las consecuencias del sismo la impactaron de sobremanera. ¿Por qué se movió la tierra? ¿Por qué se cayeron las casas?. La curiosidad y la sensibilidad ante el dolor ajeno, dos cualidades que también la distinguieron, terminaron por configurar las coordenadas de su destino profesional. 

Por esa época también conoció a su primer y único novio, Mauro Sáez, un vecino del barrio y amigo de su hermano mayor, que más tarde se convertiría en su compañero de vida y padre de sus tres hijos. Su pareja fue siempre un apoyo clave en lo personal y también en lo profesional por su condición de informático.

Patricia cursó sus estudios de primaria y secundaria en el colegio El Tránsito de Nuestra Señora. En ambos niveles sobresalió entre sus pares. Muchas compañeras de aquella época se convirtieron en sus amigas de la vida y hoy recuerdan con emoción su hospitalidad y el culto a la amistad que siempre supo cultivar.  

Una de ellas, la periodista Adriana Vera, rememora a Patricia en los años de adolescencia: “Se destacaba por su inteligencia y forma de ser. Era muy inquieta, no se quedaba con lo que daban los profesores, preguntaba y seguía investigando. Era una referente, tenía capacidad para armar y liderar los grupos. Le gustaba tocar la guitarra y participaba en todos los actos y oficios religiosos que podía”. 

Patricia Alvarado fue abandera de primaria y secundaria e integró el cuerpo de bandera de la FCEFN.

Patricia consolidó su vocación por los fenómenos relacionados con los sismos en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFN) de la UNSJ. En esta casa de estudios se recibió con honores de Licenciada en Geofísica en 1992. Antes de graduarse ya había dado los primeros pasos en la docencia en calidad de ayudante alumna. Con el título bajo el brazo contrajo matrimonio y de inmediato comenzó a cursar una maestría en la Universidad de Chile para profundizar sobre esos temas que tanto la inquietaban desde niña. Comenzó así su fructífera carrera científica. 

En 1998 ocurrieron dos acontecimientos de significativa relevancia en la vida de Patricia Alvarado: el nacimiento de su primera hija y la decisión de radicarse en Estados Unidos. Desde allí podría realizar un doctorado y continuar los trabajos de investigación iniciados en Chile. Durante cinco años estudió y vivió en la ciudad de Tucson, Arizona, en compañía de su esposo y de su pequeña hijita Antonella.  

En el país del norte se doctoró en Geociencias, con especialidad en Sismología y Tectónica, en la Universidad de Arizona. Y a continuación realizó en esa misma Universidad un posdoctorado con una beca Fulbright. En esta última formación trabajó y género vínculos con destacados referentes científicos de nivel mundial.

El día de egreso del doctorado en Geociencias, junto a su hija Antonella. Universidad de Arizona.

La Dra. Patricia Alvarado regresó al país en 2006 en el marco del programa de repatriación de científicos RAÍCES. En San Juan se reincorporó al plantel docente de la FCEFN y en poco tiempo obtuvo la jerarquía de profesora titular por concurso. Paralelamente alcanzó el estatus de Investigadora Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y comenzó a dirigir tesistas de grado y posgrado y a conformar equipos de investigación con vistas a desarrollar las áreas de Sismología y Tectónica en el país. 

También se involucró en la gestión universitaria, primero como directora del Departamento de Posgrado de la FCEFN y luego como Secretaria de Investigación de esta Facultad. 

En 2010 Patricia creó el Grupo de Sismotectónica del Centro de Investigaciones de la Geósfera y la Biósfera (CIGEOBIO), dependiente de la FCEFN y del CONICET. Desde allí logró la creación en 2012 del Observatorio Sismológico, una unidad que hoy reporta información en tiempo real a la red de monitoreo sismológico nacional e internacional del CONICET y del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina. Este Observatorio, que también es un espacio de formación para alumnos de grado y posgrado, desde 2022 lleva el nombre “Dra. Patricia Alvarado”, en honor a su creadora.  

Patricia Alvarado fue impulsora de la creación del Colegio Profesional de Geofísicos de San Juan.

A finales del año 2012, la Dra. Patricia Alvarado ya era madre de tres chicos (Antonella, Valentina y Felipe); dictaba clases y conferencias en universidades argentinas y del exterior; tenía más de 100 publicaciones científicas y era una figura ineludible a nivel internacional en el campo de la Sismología. 

Ese año recibió el “Premio  L’Oréal-UNESCO”, que distingue la excelencia científica y promueve la participación de las mujeres en la ciencia. Pero los reconocimientos a sus méritos venían de mucho antes. En 2004 había ganado el “National PERISHIP Awards”, un premio financiado por la National Science Foundation, Public Entity Risk Institute y la University of Colorado Natural Hazards Center. En 2005 recibió la distinción “Lewis A. Tyler Trustees’ Fund Award por su trabajo sobre el Riesgo Sísmico en Argentina. Y en 2006 fue galardonada con el premio “Arturo J. Amos” de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

“Premio L’Oréal-UNESCO”. Año 2012.

El momento cúlmine de la carrera profesional de la Dra. Alvarado llegó en 2021, cuando fue designada Directora Nacional del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), lugar en el que ya cumplía funciones como directora ejecutiva. Su designación constituyó un hito para la entidad. Por primera vez una mujer dirigía ese prestigioso organismo técnico, cuya tarea fundamental es la gestión de las políticas de prevención sísmica en todo el país. La designación fue un resultado largamente anhelado por ella. 

Uno de los logros más relevantes de su corta gestión como Directora Nacional fue conseguir que el instituto alcanzara el estatus de unidad de investigación, ampliando así sus incumbencias a la producción científica e integrándolo al sistema científico tecnológico nacional. Hasta entonces, el INPRES era solo una unidad de servicio. 

Con Alejandro Giuliano, ex director nacional del INPRES, Gustavo Ortiz, vicedirector del Dpto. de Geofísica y Astronomía, y Roberto Salvarezza, ex ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina.

Cuatro años antes de asumir la jefatura del INPRES, Patricia fue diagnosticada de un agresivo cáncer de mama. En esas circunstancias debió enfrentar el mayor desafío profesional de su vida y para el cual se había preparado con creces; y, al mismo tiempo, tuvo que sobrellevar un riguroso y desgastante tratamiento médico. 

Fiel a su filosofía, le presentó batalla a la enfermedad con entereza y dignidad. Y como había ocurrido en su época de adolescente, en esta difícil etapa de su vida la fe religiosa y la devoción por la Madre Tránsito volvieron a ocupar un lugar protagónico de su existencia.

Patricia Alvarado falleció el 19 de junio de 2022, a los 55 años, rodeada por el amor de sus familiares y amigos. 

Con su esposo Mauro Sáez y sus hijos Antonella, Valentina y Felipe.

Tras su partida, la Legislatura de San Juan la distinguió en junio de 2023 como Ciudadana Ilustre de la provincia. En tanto que la Fundación Konex, conocida por galardonar y estimular la excelencia en diversas disciplinas en Argentina, la reconoció con el prestigioso Premio Konex 2023 “Inolvidable”. 

Patricia Mónica Alvarado fue sin dudas una académica sobresaliente que logró posicionar y representar a la FCEFN y a la UNSJ en diversos ámbitos internacionales. Una mujer inteligente, solidaria y sensible que se destacó por su calidad de persona y cuyo legado perdura en la memoria de quienes fueron inspirados desde la universidad pública por su pasión por la ciencia y su dedicación a la formación de ciudadanos y científicos al servicio de la sociedad. 

Alvarado dirigió más de 40 tesistas, quienes continúan hoy con su legado en el campo de la Geofísica.

Ing. Rodolfo García, director nacional del INPRES.

Patricia tuvo en el INPRES una corta pero contundente gestión como Directora Nacional. Con su tranquila calidez personal y su maestría profesional supo ganarse el reconocimiento de excelente persona y respetada profesional, por parte de todos los que conformamos el Instituto. Ella logró incorporar al INPRES en el sistema nacional de ciencia y técnica, un objetivo largamente deseado por todos. Sin duda dejó una huella a seguir. Siempre estará en nuestras memorias y en nuestros corazones“. 

Gustavo Ortiz

Dr. Gustavo Ortiz, vicedirector del Dpto. de Geofísica y Astronomía de la FCEFN.

“Patricia no solo fue una persona académica sino también fue una madre excepcional, una colega, una persona que estuvo a hasta tardes horas respondiendo y corrigiendo trabajos, era incansable, luchadora y una excelente guía. Tenía un gran compromiso social, trataba de enseñar la sismología no sólo a niños pequeños sino también a adultos, eso la hacía una excelente divulgadora de la ciencia. Ella generaba un gran trabajo en equipo, en pos de llevar la ciencia y la tecnología a lugares impensados. Desde el Departamento de Geofísica y Astronomía ponemos en valor todo el esfuerzo de Patricia y continuamos trabajando con sus convicciones y saberes”.

Aporte fotográfico: Mauro Sáez

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