Profesión: Geólogos y científicos

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En una nueva emisión de Encuentros con la Ciencia y la Tecnología, tuvimos la oportunidad de entrevistar a  la directora del Departamento de Geología de la FCEFN, Dra. Nilda Mendoza; y los jóvenes investigadores, Licenciados Juan Pablo Ariza y Cristian Villarroel.

Estuvieron presentes en el XIX Congreso Geológico Argentino, que se realiza cada tres años; Córdoba fue la provincia elegida para el 2014.

Nilda, ¿cómo te fue en el Congreso?

Nilda Mendoza: Fue muy productivo ya que se presentaron más de 900 aportes científicos, considerando que hay 13 universidades del país.  Hubo 96 ponencias de muy alto nivel provenientes de la Universidad Nacional de San Juan.

Lo que más me gustó fue que hubo mucho investigador joven.


¿Considerás que eso va ligado a la promoción científica que se está llevando a cabo desde la Secretaría de Políticas Universitarias, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, etc.?

NM: Yo creo que sí. Años atrás, la visión del egresado respecto a su desempeño profesional consistía primordialmente en ser contratado por una empresa privada, no así perfilarse como investigador.

Hoy, desde el Estado se ha generado un espacio para la ciencia importante. Eso es fundamental para la renovación de científicos y no impacta solamente en lo estrictamente científico, sino que inevitablemente influye en la docencia.

Hemos decidido denominar desde nuestra Área de Comunicación  la segunda semana de junio como “la semana de la Geología” (risas) porque ha habido más de una novedad en este ámbito, ¿es así?

NM: Sí, se aprobó el Programa de Mejoramiento de las Carreras de Geología, lo que implica una inyección de dinero muy importante, sobre todo para equipamiento. En estos días el Rector firmará el convenio con la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) para comenzar la compra de las maquinarias y materiales necesarios para cada carrera.

Este tipo de programas son exclusivos para carreras que previamente fueron acreditadas por CONEAU. En nuestro caso, la Licenciatura en Ciencias Geológicas fue acreditada en 2012.

Esto incentiva la vocación científica. Respecto a esto, cuéntennos Cristian y Juan Pablo qué están desarrollando como investigadores.

Cristian Villarroel: Respecto al Congreso Nacional de Geología fue mi primera experiencia como expositor. Desarrollé un trabajo realizado en conjunto con dos docentes del departamento, denominado “Crioformas en Ambiente Periglacial”. Esta ponencia fue una de las dos premiadas en la sesión de Ciencias de la Criósfera, espacio académico en el que expuse. El reconocimiento fue de parte de la International Association of Cryospheric Sciences.

Esto genera un incentivo significativo ya que uno reconoce que su labor interesa al resto de los colegas. En conjunto con las posibilidades que brinda el ambiente para el desarrollo de la investigación en geología, las posibilidades de crecimiento son infinitas. Además, cada año se incrementa el número de investigadores, que es tan necesario en San Juan.

En tu investigación sobre los glaciares, ¿sobre qué trató tu trabajo y en qué estás indagando actualmente?

CV: El trabajo que yo presenté consiste en un inventario de crioformas de ambiente periglacial. Es importante conocer la diferencia entre ambiente glacial y periglacial. El primero es el normalmente conocido como blancos glaciales de hielo descubiertos, mientras que el ambiente periglacial es donde se dan condiciones de congelamiento del suelo y del subsuelo por temperaturas debajo de los cero grados centígrados por dos años 1-DSCN4114consecutivos. Una de las geoformas o mesoformas más características de esos ambientes son los escombros, saliendo mayormente a la luz con el tratamiento de la conocida Ley de Protección de Glaciares. En el campo, estas geoformas las vemos como una acumulación de bloques que, aparentemente, no reflejarían nada pero internamente tienen hielo intersticialen gran cantidad. Es decir, habría que imaginarse bloques y entre sus intersticios grandes bloques de hielo.

Si bien esto saltó al conocimiento público por la polémica desencadenada a partir de la sanción de la Ley de Protección de Glaciares, no hay aún evidencia científica acerca de la relación  entre esa acumulación de hielo y el régimen fluvial de la zona ¿Esto es así?

CV: Exactamente. El tema de la hidrología con los cielos descubiertos sigue siendo discutido respecto de cuál es el porcentaje real que aportan los glaciares descubiertos a los cursos de agua. Con los glaciares de escombro, que encontramos en ambientes periglaciares, los trabajos que investigan el tema son escasos tanto en San Juan como en Argentina, por lo cual es difícil profundizar en datos certeros sobre cuál es el aporte real de una cantidad de glaciares de escombro encontrados en una cuenca, a los cursos de agua.

En este tema me he centrado para mi tesis.

Juan Pablo, ¿en qué estás trabajando?

Juna Pablo Ariza: Estoy trabajando con una temática relacionada con la evolución geológica histórica de un lugar situado en la Precordillera Occidental.

Para contextualizar en qué se centra mi trabajo, actualmente se habla de lo que es la tectónica de placas, de cómo la superficie terrestre está compuesta por numerosos bloques de escalas continentales de distintos tamaños que no permanecen fijos, sino que migran moviéndose o incluso juntándose al punto de colisionar, considerando que se toman tasas de movimiento a escalas geológicas.

Mi estudio es sobre una región en la que, hace cerca de 400 millones de años, dos bloques comenzaron a separarse y cuando esto se produce, se genera un océano entre ellos. Esto sería una situación similar a lo que se plantea en el océano atlántico: hasta hace alrededor de 120 millones de años, Sudamérica estaba anexada a Sudáfrica, generando un proceso de ruptura entre esas masas continentales que comenzaron a derivar, produciendo lo que hoy se conoce como un océano maduro.

Abarco con mi investigación esa parte, conocer cómo eran las características de ese océano que separó estas dos masas continentales, que corresponde a la Precordillera sanjuanina y la otra masa estaría hacia el oeste, denominada Terreno de Chilenia, ubicada bajo la Cordillera de los Andes. Indago no sólo en las características de ese océano que se generó, sino los mecanismos por los cuales se consumió. Esas dos masas continentales, alrededor de los 360 millones de años, comenzaron a acercarse por medio de mecanismos aún no definidos completamente, consumiendo dicho océano. De este fenómeno quedan vestigios entre esas dos masas continentales de lo que denominamos un cortejo ofiolítico: un conjunto de rocas que nos evidencian que en ese lugar hubo un océano separando ambas masas continentales.

Entonces es trascendental el estudio de esas rocas porque nos ayuda a comprender cuáles fueron esos procesos de colisión o de amalgama de las masas continentales y se pueden llegar a comparar con los procesos de la humanidad.

En el contexto geográfico preciso, ¿dónde estás realizando tu trabajo de campo?

JPA: La región que estoy estudiando sería la que comprende el margen oeste de la Cordillera a lo largo de lo que es la depresión de Rodeo, Calingasta y Uspallata. Particularmente, mi trabajo se centra en la naciente del Río San Juan, en el departamento Calingasta.

Este estudio implica la participación de un equipo humano, compuesto por investigadores de San Juan y Buenos Aires  que, simultáneamente, trabajamos con gente de España y Chile. Todos apuntamos, desde diferentes perspectivas, a arrojar luz sobre los aspectos de ese conjunto de rocas.

¿Cuánto dura un trabajo de campo de este tipo?

JPA: Cada uno depende de la logística. Cuando uno tiene una logística sencilla, es decir, que tiene accesos a insumos u otros aspectos, puede hacer campañas más cortas. En cambio, cuando se tiene las cosas más restringidas, como tener que arribar al sitio en lomo de mula, las campañas deben ser más extensas.

¿Tu caso, Cristian, es similar?

Sí, mi campo de estudio se desarrolla en la Cordillera Principal, donde las condiciones climáticas recrudecen y el avance de la investigación depende también del estado en que se encuentren los caminos. Por ello, debo centrar la campaña entre los meses de octubre y noviembre y marzo y abril. Entonces, si puedo establecerme en el lugar por 15 días o más, aprovecho la ocasión.

Para finalizar la entrevista, como jóvenes investigadores cuéntennos qué los motivó a estudiar Geología.

CV: Recuerdo que en la secundaria tuve una profesora que nos enseñó en la materia Geografía el funcionamiento de los volcanes y las placas. Allí nació mi amor a la Geología. Hoy mi interés se centra en los glaciares y el agua, pero dentro de la disciplina.

JPA: En mi caso el gusto por la Geología viene por el lado de la naturaleza. Desde chico me gustó salir al campo, realizar campamentos y caminatas en diferentes zonas sanjuaninas. La curiosidad de entender qué uno veía en esos paisajes fue lo que me llevó a estudiar esta apasionante carrera. Suelo comentar que existe un antes y un después en el conocimiento de la geología, ya que se observa de diferente manera el mismo paisaje: hoy veo allí una fractura, un estrato geológico, aunque disfrutando de la misma manera la vista que ofrece la naturaleza.